Autor: Mara Claramunt
Si te preocupan las fluctuaciones tipo yo-yo de tu peso corporal, y has probado unas cuantas dietas y formas de regular tu peso, te resultará interesante saber que la práctica de Mindfulness puede ser una buena estrategia para ayudarte a conseguir tus metas relacionadas con el peso.
Y es que a veces, el estrés psicológico puede estar detrás del aumento de peso sin que nosotros seamos conscientes de ello. Un estrés que puede desencadenar, entre otras cosas, el consumo de alimentos altos en grasa y/o dulces, lo que lleva inevitablemente a un aumento de peso general.
Las causas psicológicas de la ingesta por estrés u otros tipos de alimentación emocional incluyen poca conciencia de los estados fisiológicos internos y, por tanto, una incapacidad para diferenciar entre las señales de hambre y la excitación emocional.
Según información recogida en un estudio clínico de la Universidad de California, (UCSF), algunas personas son más susceptibles a la alimentación inducida por el estrés que otras. Las personas que son identificadas como «comedoras emocionales» son más vulnerables al aumento de peso en comparación con las consumidoras no emocionales. Por otro lado, pueden recuperar más kilos después de una pérdida de peso exitosa mediante dieta y ejercicio o incluso mediante cirugía bariátrica.
En este estudio de la Universidad de California se partió de la base de que la mayoría de las intervenciones de pérdida de peso conductual no apuntan a reducir el estrés psicológico como objetivo principal. Por eso pensaron que una intervención basada en Mindfulness podía ser efectiva para reducir el estrés y mejorar el comer en exceso. Se apoyaron además en estudios previos que sugieren que el entrenamiento en Mindfulness reduce el estrés psicológico y mejora el bienestar para una variedad de condiciones de salud.
Partiendo de esa premisa, el mencionado estudio se propuso explorar los efectos de una intervención de Atención Plena sobre la adiposidad abdominal entre mujeres con sobrepeso y obesas, las cuales consideraban que el estrés influía en su comportamiento alimentario y peso.
En el estudio se desarrolló una intervención preliminar a partir de componentes de Mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR), Mindfulness-Based Cognitive Therapy (MBCT) y Mindfulness-Based Eating Awareness Training (MB-EAT). Este último enfoque promueve la conciencia de las experiencias corporales relacionadas con el hambre física, la saciedad, la satisfacción del gusto y los factores desencadenantes emocionales para comer en exceso.
Los participantes fueron instruidos en la meditación del Escaneo corporal, estiramientos de yoga consciente, meditación de amabilidad y «espacio para un respiro». También fueron guiados a través de prácticas de alimentación consciente para prestar atención a las sensaciones físicas de hambre, plenitud estomacal, satisfacción del gusto y antojos de alimentos. Se les ayudó además en la identificación de desencadenantes emocionales, auto-aceptación y sabiduría interna.
Desde Intimind estamos convencidos de la importancia de aprender a sintonizar con las necesidades de nuestro cuerpo para identificar nuestras señales naturales de hambre. Es decir, aprender a saber si tu cuerpo realmente necesita comida o lo que sucede es que estás nervioso, ansioso, o tal vez aburrido. Cuanto más consciente seas de ti mismo, mas capaz serás de distinguirlo. Para ello es importante que dediques al día unos minutos a la práctica de la Atención Plena, no solo cuando estás comiendo sino también como entrenamiento al margen de las comidas.
Comer atentos implica concentrar totalmente la atención en el proceso de comer, en todos los sabores, olores, pensamientos y sensaciones que surgen durante la comida.
Mindfulness nos proporciona conciencia de lo que hacemos y de por qué lo hacemos, así que para que seáis ahora un poco más conscientes de vuestra realidad os presentamos algunos indicadores que, según Jan Chozen, ponen de manifiesto si tenemos o no una relación saludable con la comida.
Observar cara a cara nuestras luchas con la comida es la única manera de poder superarlas. Comer atentos puede ayudarnos a restablecer nuestra sensación natural de equilibrio, satisfacción y deleite al comer.
Autor: Mara Claramunt