Autora: Imma Juan
Twitter: @intimind
¿Cuánto tiempo voy a necesitar?
Escasean los días, las horas y los minutos. Bueno, pues a pesar de todo, te voy a proponer que dediques a esta actividad 20 minutos al día durante una semana. ¡Ala! ¿Por qué? Pues porque hay que proponerse algo, tienes que querer hacerlo y adquirir un compromiso.
Si hace frío, te abrigas; si hace calor, te proteges del sol y si llueve te pones botas de agua y recuerdas cómo te gustaba pisar charcos…
¿Dónde practico?
Busca un lugar donde puedas tener cierta intimidad. Si hay naturaleza alrededor, aunque sea un parque de tu ciudad, mejor que si es un camino asfaltado. Pero todo sirve. Incluso un pasillo largo de tu casa o de la oficina.
¿Cómo se hace?
Para empezar, plantéatelo como un ejercicio de mindfulness. Tu objetivo en esta ocasión no es hacer deporte ni nada parecido.
Antes de comenzar la caminata, permanece en quietud unos instantes. Haz unas cuantas respiraciones profundas (tomando aire por la nariz y expulsándolo por la boca) y céntrate en tu cuerpo, en las sensaciones. Deja que la respiración tome su ritmo y observa qué patrón sigue (si es regular o no, larga, corta…). Ahora empieza a caminar. A un ritmo suave al principio.
La séptima sesión del programa Introducción de intimind, que es gratuita, está diseñada para hacerla andando. Si la tienes ponte los cascos y adelante.
Activando los sentidos
Ahora observa a tu alrededor con atención plena. Abre todos tus sentidos. No discrimines entre lo que te gusta y lo que no. Sólo se consciente de todo lo que te rodea. Este ejercicio ofrece una forma básica para empezar a saborear lo bueno y lo bello de lo que te rodea sin necesidad de volar a algún destino exótico. Tan sólo prestando más atención a las vistas, los olores y los sonidos que a menudo ignoramos.
¿Por qué deberías probarlo?
Ya ves que la meditación caminando es simple. Para obtener mejores resultados, debes decidir un tiempo concreto para la realizar estas técnicas.
La práctica de la meditación caminando tiene varias ventajas añadidas al cultivo de la atención consciente. El caminar es beneficioso después de las comidas, nada más levantarse o tras un prolongado período de meditación sentado. En momentos determinados de emociones desasosegantes o estados de estrés, la meditación caminando puede ser más relajante que permanecer sentados.
Muévete en la medida de tus posibilidades. Sabes que es de lo mejor para tu salud y también para tu estado de ánimo. Elije la forma que más te guste, cámbiala siempre que te apetezca, pero muévete.
Autora: Imma Juan
Twitter: @intimind
A veces la vida nos pesa. Afrontar nuevos retos laborales, lidiar con enfermedades, atravesar por situaciones difíciles, afrontar un examen o una entrevista.
Después de iniciar la mditación andando, supongo que pasas a la de los sentidos, olvidándote de los pies. Es lo que deduzco del texto, que me parece magnífico. Me gustaría que me aclarases este punto. Muchas gracias por tu aportación ala bienestar mental. Xosé Carlos.
Hola Xosé:
Me alegra que te guste y espero que te sirva. Más que olvidarte de los pies, se trata de ampliar el campo de la atención incluyendo los sentidos. Sobre cómo funciona la atención en la práctica de mindfulness tal vez te ayude este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=fuogOFX1kuM
SI tienes más dudas, estamos a tu disposición.
Un cordial saludo y GRACIAS