Efectividad del mindfulness en personas con TDAH: Una charla con Mónica Valero

Efectividad del mindfulness en personas con TDAH: Una charla con Mónica Valero

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Autor: Mónica Valero

Cómo mejorar la vida de las personas con trastornos de la atención y sus familias. Esa es la inquietud que guía los pasos de Mónica Valero, fundadora de Volando Cometas y profesora acreditada en Mindfulness para TDAH y autismo. 

¿Qué es mindfulness?

Empecemos por el principio:)

Mindfulness es una forma de ser, una cualidad, un estado, una tendencia.
Es ser consciente momento a momento de lo que está sucediendo en ese instante, de lo que estás pensando y sintiendo. Aceptando lo que acontezca (pérdida, dolor, alegría, frustración, ira, amor…etc) sin tratar de cambiarlo y sin juzgarnos por ello (Kabat-Zinn, 2009).

Mindfulness también se ha definido como un proceso, una técnica que implica la autorregulación de la atención, de forma que sea mantenida en la experiencia inmediata, con una actitud de amabilidad y aceptación (Bishop et al., 2004).

Para llegar a ese “darse cuenta” y desde una percepción clara y serena poder responder de forma adecuada a cualquier circunstancia que se presente, es necesario entrenar la mente y el cuerpo, a través de la práctica diaria de la meditación. En este caso, mindfulness también es una capacidad, una habilidad inherente a cualquier persona, un rasgo que se caracteriza por la observación y por la sustitución de respuestas reactivas por otras reflexivas.
El primer programa de intervención mindfulness, fue promovido en 1990 para el uso clínico por el Dr. John Kabat-Zinn, como técnica de reducción del estrés y tratamiento del dolor crónico, dando lugar al programa de intervención de reducción del estrés basado en Mindfulness (MBSR), que enfoca la atención en la conciencia mental y corporal, sin tratar de cambiar reparar o analizar la experiencia que se vive (Irving, Dobkin & Park, 2009).

Posteriormente, en el 2002, el Dr. Segal crea otro entrenamiento de evidencia científica conocido con las siglas MBCT “Terapia cognitiva basada en mindfulness”, que combina ejercicios de meditación con la práctica de la terapia cognitiva.

Estos programas basados en mindfulness y cuya duración es de 8 semanas en sesiones de dos horas a la semana, utilizan ejercicios que desarrollan las capacidades de autocontrol y han demostrado ser eficaces en múltiples contextos:

  • Dolor crónico, a través del programa mindfulness MBSR, creado por Jon Kabat Zinn (Kabat Zinn, 1982; Kabat Zinn, Lipworth y Burney, 1985).
  • Desórdenes alimenticios, ansiedad, depresión, consumo de sustancias (Bowen et al., 2014; Segal, Williams y Teasdale, 2002).
  • Sistemáticas revisiones y meta-análisis indican que el uso de mindfulness es efectivo para una variedad de tratamientos de salud mental (Bohlmeijer, Prenger, Taal y Cuijpers, 2010; Fjorback, Arendt, Ornbol, Fink y Walach, 2011).
  • Otros estudios comparan la efectividad de los entrenamientos basados en mindfulness, con terapias de comportamiento o farmacológicas (Khoury et al., 2013).
  • Estudios que proponen mindfulness para mejorar el control atencional y mejora de los procesos ejecutivos (Keng, Smoski y Robins, 2011; Chiesa, Calati y Serretti, 2011).
  • Además, estudios de neuroimagen que han analizado las áreas del cerebro asociadas con el funcionamiento atencional en mentes de meditadores experimentados, muestran cambios neuroplásticos en las mismas, esto es, un mayor hipocampo, un aumento de la amígdala y modificaciones en la corteza cincungulada anterior (Hölzel et al.2011; Cubillo, Halari, Smith, Taylor y Rubia, 2012; Passarotti, Sweeney, Pavuluri, 2010).
  • También mejoras en la regulación emocional (Chambers, Gullone y Allen, 2009; Grazt y Tull, 2010), que intervendrían en evitar la impulsividad asociada al TDAH (Barkley, 2010).

¿De qué modo puede el mindfulness apoyar a una persona con TDAH?

En el caso de la intervención TDAH a través de mindfulness, los entrenamientos mindfulness específicos, han demostrado ser eficaces en:

  1. Mejora de la regulación de la atención.
  2. Mejora en el desempeño de tareas de funcionamiento ejecutivo.
  3. Mejora de procesos cognitivos (Tang et al., 2007).
  4. Reducción de la impulsividad (Kozasa et al., 2012),
  5. Mejora de la regulación emocional (Hölzel, 2011).
  6. Demuestra un efecto favorable en la resolución de conflictos (Loo et al., 2007).

Se ha demostrado que muchas de las regiones frontales afectadas en individuos con TDAH se pueden activar y mejorar a través de la meditación (Manna et al., 2010); parece influir en la actividad de los circuitos del estriado frontal que se ha asociado con el TDAH (Van de Weijer-Bergsma, 2012).

Además, los programas mindfulness para TDAH, también ayudan a sus cuidadores (padres o educadores), ya que se han demostrado eficaces para reducir el estrés (Shapiro, Brown & Biegel, 2007) y mejoran las habilidades de escucha y atención, ayudando a detener el ciclo de conductas disruptivas que tienen los niños y adolescentes con TDAH.

“Mindfulness se presenta como una terapia de 3ªgeneración sin efectos secundarios, que dota al individuo de herramientas para toda la vida, con las que conocerse, aceptarse y potenciarse.

¿Por qué es importante el mindfulness en una persona con TDAH?

Siguiendo la recomendación de las guías internaciones (NCCM, 2009; Tayor et al., 2004), el tratamiento farmacológico debe ser siempre parte de un tratamiento más completo, que incluya la intervención psicosocial de forma combinada.
En este último campo, Mindfulness se presenta como una terapia de 3ªgeneración sin efectos secundarios, que dota al individuo de herramientas para toda la vida, con las que conocerse, aceptarse y potenciarse.

De una forma delicada, la persona aprende a darse cuenta de cuándo está distraído y volver a dirigir el foco de la atención; aprende a gestionar sus propias emociones siendo consciente de lo que está sintiendo en su cuerpo, dónde lo siente, con qué intensidad, bajo qué pensamientos y desde ahí, poder regular su respuesta con la que crear comportamientos adecuados, aceptándose a él mismo y a los demás, de una manera cálida y amable.

Es importante porque se ha demostrado como un gran aliado en la disminución de la sintomatología TDAH, en la mejora del funcionamiento ejecutivo y en la cohesión familiar.

Además, dado el carácter hereditario del TDAH, es importante considerar que muchos de los padres de niños con TDAH tendrán también TDAH, con lo que, muy probablemente, sus estilos de crianza dispongan de estrategias de aprendizaje poco efectivas. En esta línea, hay estudios sobre el efecto de un programa mindfulness en los padres que indican que aquellos padres que conocen y aceptan las necesidades de sus hijos y se centran menos en la sintomatología del trastorno, crean un contexto familiar que permite una mayor capacidad de respuesta reflexiva y menos situaciones reactivas (Bögels & Restifo, 2015).

 

Y para TEA (Trastorno del espectro autista) ¿Cuál es la evidencia científica recogida hasta la fecha?

Si bien son pocos los estudios realizados, los resultados de los entrenamientos realizados a niños con autismo sin discapacidad intelectual, recogen los siguientes beneficios que podemos agruparlos atendiendo a si se han realizado solo para niños con autismo, solo para padres de niños con autismo o a padres y niños con autismo, como permite el protocolo MYmind.

Así pues, los programas mindfulness-based training (MBT) aplicado solo a personas con autismo, destacan:

  • Reducción de las conductas disruptivas (Singh et al., 2011)
  • Reducción de la sintomatología depresiva y ansiosa y de los pensamientos rumiativos (Spek, Van Ham y Nyklíček, 2013).
  • Mejora general referida a disminución de la ansiedad, la depresión, la agarofobia, la somatización, y problemas de sueño, y un aumento del afecto positivo, manteniéndose estables las mejoras  en el tiempo ( Kiep, Spek y Hoeben, 2015).

 

Aplicada la intervención mindfulness, junto con la participación de los padres en el entrenamiento (protocolo MYmind), las mejoras refieren:

 

  • Mejora la calidad de vida general de las personas con TEA (de Bruin et al., 2015). Disminución de la reactividad en la respuesta de los padres para con sus hijosy mayor capacidad para observar y entender los estados emocionales propios y de sus hijos.
  • Mejora en el estilo de crianza (de Bruin et al., 2015).
  • Disminuye las conductas disruptivas en los hijos (Hwang,  Kearney, Klieve, Lang y  Roberts, 2015).

 

Cuando el entrenamiento se ha realizado solo a los padres, los resultados obtenidos indican:

 

  • Disminución del estrés parental (Ferraoli y Harris, 2013; Kowalkoski,2012; Ruiz Robledillo 2014; Singh 2014).
  • Disminución de los niveles de cortilsol (marcador biológico relacionado con el estrés) (Ruiz Robledillo 2014)
  • Aumento de la percepción de los aspectos positivos de la parentalidad  (Kowalkoski, 2012)
  • Incrementa la satisfacción de los padres con el ejercicio de su parentalidad y la interacción con éstos (Singh 2006).
  • Se produce también una reducción de las conductas disruptivas en los hijos (Singh et al., 2014), efecto muy interesante por la incidencia indirecta del entrenamiento en sus hijos.

 

“El programa de intervención MYmind introduce como novedad el trabajo con los padres, que se convierten en los verdaderos responsables del cambio.”

madre con paraguas protege hija

¿Qué es el programa MYmind?

Mymind es un programa de intervención mindfulness para niños con TDAH o TEA y sus padres. Fue creado en el 2008 por la profesora Susan Bögels y su equipo, y está basado en la validación empírica del programa de mindfulness MBCT (Terapia cognitiva a través de Mindfulness) creado por Segal (2002).

Es el protocolo que ha registrado mayor evidencia científica en los últimos diez años, respecto a este tipo de intervenciones y ha sido probado en distintas poblaciones. Está dirigido a padres y niños con TDAH, cuyas edades estén comprendidas entre 9 y 18 años.

En su realización se persiguen los siguientes objetivos:

Relacionados con la paternidad:

  1. Mejora de la calidad de la atención de los padres,
  2. Reducir el estrés parental.
  3. Aprender a prestar atención a sus hijos sin juzgar (con discernimiento, es decir, enfocando el interés hacia lo que merece ser atendido o destacado).
  4. Mejorar la conexión emocional en el momento presente con su hijo
  5. Reducir los comportamientos reactivos automáticos (negativos) para con el niño (Lehtonen, Bögels y Restifo, 2010).
  6. Al hacer práctica de meditación diaria, los padres aprender a cuidar de sí mismos y procurar la calma en su familia.

 

En los jóvenes y niños con TDAH:

  1. Mejorar de forma significativa la sintomatología interna y externalizante del TDAH.
  2. Aumentar el desempeño de las funciones ejecutivas: planificación, organización, memoria de trabajo.
  3. Mejorar los procesos atencionales, favorecer la regulación emocional, el control de impulsos y la hiperactividad.

 

El programa de intervención MYmind, se centra por tanto en ayudar a las familias a integrar mindfulness, a través del aprendizaje de prácticas formales de meditación e integrar éstas, en la vida diaria, como una forma de manejar la sintomatología del TDAH, el estrés, las relaciones familiares y las emociones difíciles e introduciendo como novedad el trabajo con los padres, que se convierten en los verdaderos responsables del cambio.

¿Cómo se desarrolla?

Se realiza a través de una sesión semanal durante 8 semanas y en paralelo (una sesión de 1.5h para los padres y otra sesión de 45 minutos para los niños).

En el entrenamiento, los padres reciben una intervención basada en Mindful Parenting, esto es, una nueva aplicación de la intervención con mindfulness, que tiene como objetivo mejorar las habilidades parentales de los padres en la educación de sus hijos. Este tipo de educación o “crianza consciente” consiste en: »prestar atención a su hijo y a su educación de una manera particular: intencionada, aquí y ahora, sin juzgar» (Kabat-Zinn, 1997).

Los niños realizan ejercicios en los que aprenden a enfocarse y mejorar su atención, autocontrol y conciencia corporal (meditaciones adaptadas y figuras de yoga).

Cómo se trabaja con los más pequeños y adultos

En el caso de niños pequeños, el entrenamiento se dirige únicamente a los padres (al menos un progenitor) a través del programa Mindful-Parenting, que como refería anteriormente, consiste en apoyar a los padres en la educación de sus hijos, cultivando la dirección de la atención hacia lo que precisa ser atendido, dándonos cuenta de las creencias y límites de los que partimos, cuidándonos y preparándonos para responder sin hacer uso de una reacción/respuesta automática, de forma sensible, creando relaciones de calidad, aceptando a nuestros hijos tal y como son.

En el caso de que el adolescente supere los 18 años, el entrenamiento que reciben está basado en diferentes protocolos de intervención en Mindfulness y Compasión y puede cursarse de forma grupal o individual.

Se habla mucho de los niños con TDAH. ¿Los padres también pueden tener el trastorno?

Claro que sí. De hecho, es muy importante tenerlo en cuenta. Fijémonos en la definición que ofrece Ana Miranda (2000): “El TDAH es un trastorno de herencia poligénica, multifactorial, de expresión variable que depende de factores ambientales diversos, persiste en el tiempo y en diferentes contextos”.

Con ello nos quiere decir que además de estar implicados varios genes, el componente hereditario según la ciencia es superior al 70% y esto es un porcentaje muy alto, que sin duda puede afectar al estilo de parentalidad, reduciendo la capacidad de los padres para poner límites a conductas inadecuadas, o falta de paciencia que pueda reforzar los problemas de conducta del niño o adolescente.

En el caso de niños con TEA y con discapacidad intelectual, ¿existe algún programa de intervención mindfulness?

Actualmente, en España, a través de la FESPAU y del Ministerio de Educación y junto con otros compañeros profesionales, estamos impartiendo un programa de regulación emocional mindfulness llamado #MINDFULTEA, que lleva asociada una investigación en la que están participando familias de distintas asociaciones de autismo españolas.

A través de esta investigación, queremos validar la eficacia de un protocolo mindfulness que hemos adaptado para que pueda ser utilizado por personas con autismo y altas necesidades de apoyo. Esto supone algo muy novedoso, además de un desafío, ya que actualmente no existen este tipo de adaptaciones o programas y podría ser relevante poder contar con una herramienta más con la que mejorar el bienestar de estas personas y sus familias.

Esto es todo amigas, amigos…si quieres seguir la charla o si tienes preguntas para Mónica deja un comentario o escríbenos a contacto@intimind.es y te contestamos lo antes posible.

Abrazos

niño a punto de saltar hacia su madre
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Autor: Mónica Valero

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