Hay centenares de estudios científicos que revelan que el impacto de la meditación en cada uno de nosotros es distinto según la técnica que utilicemos. Hay prácticas que mejoran la concentración y otras cuyo resultado se ve en un incremento de la amabilidad o la gratitud. Algunas favorecen la relajación y otras son más efectivas con los síntomas de la depresión o con los efectos del trauma.
Para saber qué tipo de meditación te conviene, el psicólogo Daniel Goleman, conocido por su teoría de la inteligencia emocional, recomienda que te hagas tres preguntas:
En su último libro “Altered Traits: Science Reveals How Meditation Changes Your Mind, Brain, and Body” (Rasgos alterados: la ciencia revela cómo la meditación cambia su mente, cerebro y cuerpo) David Goleman y Richard Davidson afirman que no hace falta ser un gran meditador para tener beneficios. Según los autores, los datos muestran impactos poderosos de la meditación desde el principio. Eso si: cuantas más horas de práctica acumules, más fuertes serán los beneficios.
Recientemente, las profesoras Bethany Kok y Tania Singer, del instituto alemán Max Planck, han hecho un estudio con 229 participantes con una edad media de 40 años. Han analizado, con un entrenamiento de 9 meses, los efectos de 4 tipos de meditación: la respiración consciente, el escaneo del cuerpo, la conciencia de los pensamientos y la compasión
La conclusión fue que cada práctica tiene características beneficiosas propias y todas tienen en común que producen emociones positivas en los participantes; más energía, más foco en el presente y menos distracción en pensamientos que al inicio de sus prácticas.
Según las investigadoras las consecuencias de la práctica a largo plazo aún deben ser exploradas. Este estudio en realidad es sólo parte de una investigación mayor llamada “ReSource Project” que también examina cómo las diferentes meditaciones afectan la estructura del cerebro, el estrés y la conducta social.
En su último libro “Altered Traits: Science Reveals How Meditation Changes Your Mind, Brain, and Body” (Rasgos alterados: la ciencia revela cómo la meditación cambia su mente, cerebro y cuerpo) David Goleman y Richard Davidson afirman que no hace falta ser un gran meditador para tener beneficios. Según los autores, los datos muestran impactos poderosos de la meditación desde el principio. Eso si: cuantas más horas de práctica acumules, más fuertes serán los beneficios.
Cada uno de nosotros tiene sus propias razones para meditar y en función de ellas tomamos decisiones sobre cómo hacerlo. La buena noticia es que tanto si haces un retiro en profundidad como si lo tuyo es la práctica en tu entorno habitual (en casa, en el trabajo…) la meditación tiene beneficios.
¿Cual es tu práctica preferida y por qué?