Diez ejercicios para pasar la ansiedad

  1- Tomar conciencia de tu ansiedad.

Para reducirla hay que conocerla. Para este ejercicio de toma de consciencia se requiere: tiempo, voluntad, modestia y un cambio de la idea del­ “siempre más” de los valores de la veloz y consumista sociedad moderna. El reconocimiento del sufrimiento sicológico nos ayuda a estar bien física y moralmente.

  2- Liberar la palabra.

“Confesar que estamos ansiosos, hablar de lo que nos preocupa” Catherine Serrurier.

Compartir con la gente que nos importa lo que nos agobia a través de una expresión justa. No hay que agobiar con palabras negativas a nuestros allegados; sino conseguiremos lo contrario: el rechazo.

  3- Reír y hacer reír.

Reír es una forma de acallar la ansiedad. Hay personas que por los motivos de sus preocupaciones la risa no les funciona. Pero hay algunas ansiedades que la risa hace desaparecer. Reírse de uno mismo ayuda a reconocer nuestras debilidades, y a quitarnos los miedos.

  4- Darse un masaje.

Abandonar el cuerpo en manos de un buen masajista, recibir los beneficios de su terapia y su compasión. Sentir que alguien nos ayuda.

  5- Hacer yoga.

Es una disciplina muy antigua del cuerpo y del espíritu la cual dentro de la tradición budista, se concibe a partir del sufrimiento. En el yoga se busca liberar al espíritu a través de la toma de conciencia de las sensaciones corporales. Los movimientos se deben adaptar a nuestro estado interior.

  6- Hacer algo con las manos.

Las manualidades, como el bricolaje, tienen un efecto relajante. El placer es lo que las personas agobiadas eliminan para autocastigarse (sentimiento de culpa). En la creatividad hay un efecto inverso  al del miedo: en la ansiedad nos cerramos para protegernos, en la creatividad nos dejamos llevar, nos descubrimos. Por ejemplo, hacer punto, o pintar mandalas puede ayudarte a encontrar la calma.

  7- Jugar.

A juegos de mesa o en tu Smartphone. Puede ayudar en momentos de ansiedad, centrar la mente en algo distinto y dejar de lado los problemas. Por ejemplo, al subir al metro, o antes de un examen, o de una visita al dentista, centrar la atención al Candy crush o al tetris, puede ayudarte a superar el momento.

8- Cantar.

Cantar es un excelente método de regular la respiración y de apaciguarse. Por ejemplo, durante un atasco, los nervios a flor de piel por llegar tarde, ese estrés automovilístico, se puede calmar enchufando la radio, y soltando algunos versos que ayuden a concentrar tanto la mente como la respiración.

9-Respirar dentro de una bolsa.

En casos de ataque de pánico, este método ancestral ayuda muchas veces a relajarse.

Es un método que funciona en un momento puntual, pero ayuda a centrar la mente.

10-Respiración abdominal.

Es una técnica conocida, pero imparable. En la inspiración hinchamos el abdomen, y lo deshinchamos en la expiración. En la respiración automática tenemos tendencia a hacer lo contrario. Con este método, sentimos rápidamente los efectos que provoca la oxigenación del cuerpo.